Una vez más los políticos chilenos han demostrado que no están a la altura de su cargo, el 12 de diciembre y en un hecho sin precedentes un grupo de parlamentarios tomaron el acuerdo de realizar una nueva convención para remplazar la Constitución actual de Chile, como si hacerlo pudiese mejorar en algo la precaria situación en la que se encuentra sometido el país en la actualidad.
Lo que resulta más increíble es ver como un grupo de políticos se atribuye el derecho a decidir por el resto de los chilenos no respetando el resultado de las votaciones realizadas el 04 de Septiembre de 2021, donde la opción Rechazo con un 62% ganó por amplia mayoría a la opción Apruebo que sólo obtuvo 38%.
Este lunes 12 de diciembre de 2021 tras 99 días de discusiones parlamentarias, llegaron a un acuerdo las diferentes fuerzas políticas que tomaron en sus manos los designios de Chile, con excepción del Partido Republicano y el Partido de la Gente, el resto (el PS, PC, PPD, Partido Radical, Partido Liberal, UDI, RN, Evópoli) por nombrar algunos, firmaron este nuevo acuerdo.
La nueva convención que tendrá la misión de redactar la nueva Constitución para el país se llamará "Consejo Constitucional" y estará integrado por 50 consejeros constitucionales que la ciudadanía deberá elegir por votación, más 24 expertos que serán escogidos o designados por el Congreso.
A los parlamentarios que firmaron el acuerdo para formar este "Consejo Constitucional", una gran mayoría ciudadana no les perdona desconocer los resultados obtenidos en votaciones pasadas y anteriormente mencionadas en esta página, el pueblo habló fuerte y claro manifestando su Rechazo a una nueva Constitución. Con su actitud egoísta esta clase política sólo está logrando que la agenda ideológica marxista y Onunista sea instalada prontamente en nuestro país, pues al cambiar la actual Constitución chilena queda pavimentado el camino y con las herramientas necesarias para que así suceda. A ese puñado de hombres y mujeres que cocinaron un acuerdo político a espaldas de los chilenos ignorando su voluntad, claramente podemos catalogarlos de traidores o vendidos, pues ellos en un acto de soberbia y egocentrismo han desconocido la voz de muchos chilenos, dando una vez más la espalda a esa gran mayoría ciudadana que NO desea una nueva Constitución, y que requiere de soluciones urgentes a sus necesidades y problemas más graves e importantes que hoy aquejan a nuestro país. Esta nefasta clase política no sólo desconoció la voluntad de una mayoría ciudadana sino también la vigente Carta Magna por la que se rige hoy nuestro país. Chile puede y debe volver a ser lo que un día fue, un país estable, próspero, seguro, ordenado, dónde las personas puedan estudiar, trabajar y vivir en paz y no con el miedo constante a ser asaltado o atacado por delincuentes. Si Chile no despierta pronto de esta horrible pesadilla y hace algo, tiene los días contados.
